Este modelo y de su hermana más asfáltica, la Strada, irrumpieron sin duda, para mejorar el segmento.
Una versión que superaba en mucho a la que ya comercializaba BMW, la G 650 GS. Aumentando 10 CV y mucho más. En este caso, la Terra, una moto más off-road y del estilo de las míticas Dominator 650 o XT 600.
Su mercado es minúsculo dado el poco tiempo que se comercializó. Yo, la verdad, las apreciaría y mucho, pues independiente de lo bien que van, tienen números para acabar siendo una moto de culto.